En un gesto que reafirma el compromiso con el diálogo y la cooperación, las autoridades de Cuba expresaron su disposición a consolidar y ampliar la colaboración bilateral en materia migratoria con Estados Unidos.

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Cuba reitera disposición a consolidar y ampliar la cooperación con EE.UU. en materia migratoria

El viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, destacó la importancia de la reciente ronda de conversaciones sobre el tema, y subrayó que el objetivo de este diálogo es garantizar una migración segura, ordenada y regular entre ambas naciones.

Fernández de Cossío enfatizó que el diálogo, realizado la víspera, fue constructivo y franco, resaltando la necesidad de que ambos países cumplan con los compromisos asumidos en los acuerdos migratorios.

EE.UU.: hipocresía y doble rasero respecto a migrantes cubanos

Este enfoque constructivo contrasta notablemente con las señales contradictorias que continúan emanando desde Washington respecto a este tema.

A juicio de Fernández de Cossío, persiste una contradicción fundamental: mientras Cuba busca establecer un marco migratorio basado en la cooperación y la seguridad, EE.UU. continúa aplicando políticas que favorecen a los migrantes irregulares cubanos, creando un «factor de atracción» que se ve alimentado por el bloqueo económico impuesto a la isla.

La Casa Blanca otorga un trato privilegiado a los cubanos que intentan ingresar a su territorio, mediante vías ilegales, muchas veces, al tiempo que entorpece las obligaciones que emanan de acuerdos firmados entre ambos países para garantizar la migración segura.

Estas vías ilegales incluyen travesías a través de Centroamérica y México, por ejemplo, en las que el migrante se somete a peligros como la trata de personas, la extorsión, la muerte y otros.

Washington y la politización de la emigración

Además, EE.UU. ignora las causas que impulsan esta migración. La política de bloqueo con que tratan a Cuba no solo ha deprimido los niveles de vida en la nación caribeña, sino que también ha contribuido a un éxodo significativo hacia el país del norte.

Desde la Casa Blanca se continúa vendiendo la narrativa de que los cubanos que emigran huyen de una «dictadura», mientras tratan de invisibilizar la brutal presión económica que les ha impuesto el bloqueo estadounidense por más de 60 años.

Otro obstáculo a una emigración normal fue la disminución de personal de la embajada estadounidense en La Habana. Desde la Administración Trump ((2017–2021), EE.UU. ubicó el sitio para las entrevistas de visado en Guyana. Sumado a esto, incrementó los niveles de negación de la visa.

Según los acuerdos migratorios firmadas por ambas naciones, EE.UU. ha de conceder al menos 20.000 visas anuales, pero incumple esa obligación.

Cuba ha planteado preocupaciones legítimas sobre el estatus legal de muchos cubanos en EE.UU., quienes se encuentran atrapados en un limbo jurídico tras haber sido admitidos allí sin recibir un estatus claro, quienes ahora podrían enfrentar amenaza de deportación, según la retórica de Trump.

Sobre el tema, Fernández de Cossío consideró que ese posicionamiento no es realista, pues supondría desarraigar a cubanos que han hecho su vida allí. Recordó que entre ambas naciones hay acuerdos y que cualquier deportación tendría que respetar la letra de estos.

La Habana también ha denunciado que muchas operaciones de tráfico de personas tienen su origen en territorio estadounidense.

Respecto a este último tema, el Viceministro de Relaciones Exteriores negó que la cooperación médica cubana sea una forma de «tráfico de personas» y aclaró que los médicos cubanos que participan en misiones de cooperación internacional lo hacen de manera voluntaria y con un contrato formal. 

Este nuevo capítulo en las relaciones migratorias entre Cuba y EE.UU. debe ser visto como una oportunidad para avanzar hacia un entendimiento más profundo y respetuoso entre ambas naciones, como Cuba ha reiterado.

Durante la reciente sesión, la nación caribeña demostró nuevamente disposición al diálogo y llamó claramente a superar las tensiones históricas y construir puentes basados en el respeto mutuo y la solidaridad, trabajando en favor de la vida humana y el respeto de los derechos humanos.

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